AUTORIDAD
La Autoridad es uno de los pilares del sistema del Diseño Humano para aprender a tomar decisiones correctas para ti.
No tiene que ver con reglas externas, normas sociales ni con “el deber ser”.
Es el lugar interno desde donde tu vida se ordena y encuentras tu camino cuando te escuchas.
El sistema distingue entre dos niveles: Autoridad Interna y Autoridad Externa. Ambas cumplen funciones distintas, y comprenderlas cambia por completo tu relación con la decisión, la confianza, certeza y tu claridad.
AUTORIDAD INTERNA
La Autoridad Interna es la inteligencia natural de tu cuerpo marcándote el camino. No decide la mente (aunque siempre quiere tomar el control de nuestra vida). Decide tu sistema nervioso, tu energía, tu experiencia física.. el cuerpo siempre sabe todo.
Puede manifestarse como una respuesta visceral, una ola emocional que necesita tiempo, una sensación de certeza, una necesidad de hablar para escucharte, o una claridad que aparece cuando el momento es correcto.
La forma específica depende de tu diseño, pero el punto en común es uno: no es mental.
Decidir desde la Autoridad Interna suele implicar bajar el ritmo, salir de la urgencia y observar cómo tu cuerpo responde ante una elección.
No se trata de analizar, sino de permitir que la sabiduría corporal lidere.
Con el tiempo, seguir tu Autoridad Interna te ayuda a soltar la confusión, el arrepentimiento y la auto-duda, y a construir una vida que se siente más coherente, liviana y verdadera.
AUTORIDAD EXTERNA
La Autoridad Externa es el rol correcto de la mente. En Diseño Humano, la mente no está diseñada para tomar decisiones personales, pero sí para comunicar, analizar, compartir y ofrecer perspectiva.
Tu mente es brillante cuando expresa sus ideas, cuando guía a otros, cuando pone palabras a lo que observa.
Eso es la Autoridad Externa: tu manera única de contribuir al mundo a través de la comunicación- ya sea hablando, escribiendo, enseñando o simplemente estando presente.
Cuando usas tu mente desde este lugar, dejas de intentar convencerte de lo que es correcto para ti. En cambio, compartes tu visión como un regalo, y te nutres del intercambio con otros.
